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Diana Salazar y el famoso cuadro de... Diana Salazar |
"Todos tenemos un guilty pleasure. Ese algo que nos fascina
y avergüenza en partes iguales. Sí, nos divierte y horroriza a la par. Nos da
placer y culpa a la vez… Como esa canción que traemos en eterno repeat en el ipod pero que jamás admitiríamos públicamente que la conocemos
siquiera, esa telenovela que nos hizo llorar a mares pero que la negaremos más de tres
veces y todas las que sean necesarias o esos dibujos animados de Jem & The Holograms con los cuales pasamos nuestra tierna infancia dibujando, pintando y coleccionando álbumes y casettes y siguen bien guardados en algún baúl del subsuelo."
¡Ups!
En honor a estos placeres,
que al final son los que le dan sabor a la vida, inauguramos nueva sección: Guilty Pleasure: Placer Culpable, Placer
Inconfesable, Placer Culposo o como quieran llamarlo. Y concedemos el honor de
inaugurar sección a una que, si bien no es musa de este blog, tiene alguna que
otra canción que me vuelve loco: Lucía Méndez.
Haciendo un poco de
historia, iniciaba el año 1989 y la humanidad se dividía entre Lucía Méndez, Verónica Castro y Yuri. Por Canal 9 anunciaban el inicio de una nueva telenovela: “El Extraño Retorno de Diana Salazar”, una novela mexicana de época
con la particularidad de que trataba algunos temas considerados tabú para aquel entonces: brujería, reencarnación y blablabla...
La novela en sí merece un
post especial, que algún día le llegará, pero básicamente se centraba en Diana
Salazar, una joven hija de nobles y con poderes de telequinesis (mover objetos
con la mente, para que no tengas que buscar en la RAE o Wikipedia :) ) que en la
noche de su compromiso con el galán de la telenovela es acusada de brujería por
su peor enemiga (¿quién no tiene una?) y, nerviosa ella, provoca que una lámpara se desprenda del techo en presencia de todos los invitados. Condenada a la hoguera por
brujería, directo y sin escalas. Todo esto en el año 1627 y con vestidos
espectacularmente pomposos ni qué Lady
Oscar. ¿Quién no se engancha con un inicio así?
Luego, la novela toma
lugar en México de “época actual” como le llaman ellos, o sea 1988, con Diana y
todos los protagonistas con los nombres cambiados y con flashes de recuerdos de
sus vidas pasadas. De poco se van uniendo cabos y entendiendo lo que pasó en mil seiscientos tanto, culminando en un espectacular desenlace que, creo que al igual que
yo, nadie vio venir. Única en su género y ubicada en mi Top5 personal de las Mejores Telenovelas Ever de todos los tiempos.
La novela vaya y pase de guilty pleasure pero la canción que
acompañaba a la misma… a esa no hay quien la salve. ¡Guilty Pleasure to-tal! Y ya sabrás por qué…
“Alma En Pena” es la
canción que acompañó a esta telenovela. Fue escrita por Juan Gabriel y al
contrario de la novela, que era oscura y seria, la canción resultó ser de
dimensiones carnavalescas épicas. De esas en que la melodía no tiene nada que ver
con la letra pero que de tan mala que resulta la combinación termina siendo
fabulosa.
Desde que tengo noción,
nunca la escuché en público. Siempre fui muy reservado y este año, vagando y
vagando por internet ¡me entero de que tiene video! ¡300 años después!. En fin,
nunca es tarde para reivindicar una buena mamarrachada, así que, con ustedes: “Alma
En Pena” de Lucía Méndez:
Imposible no comentar una
joya del séptimo arte como esta, so here we go!:
00:01 - La imagen vieja
del vídeo es lo más. Es como estar viendo vídeos por videocasetera en Youtube. Ese inicio de eclipse tan feo y
barato nos prepara para lo que se viene. Si tienen de dónde atajarse, ¡atájense!.
00:19 – Lucía maquillándose
en medio de la tempestad. Priceless!
Puntos extras por la cara de diva en apuros al escuchar los pasos que se
acercan a ella. Claro que hay que estar siempre guapa pero si un fantasma te anda detrás es hora de replantear tus prioridades, mamita…
00:22 – El fantasma es
medio tardie para encontrar a Lucía. Duh!?
Si todos ya vimos que ella está del otro lado de la habitación. O tal vez sea
medio gaytorade porque fue directo
hacia donde están los vestidos…
00:30 – Que Katrina esté
arrasando no es excusa para que una ande mal peinada…
00:42 – ¡Ese giro de
rostro cuando de ultratumba se aparece Diana Salazar vale mínimo tres Golden Globes!
00:51 – Diana haciendo lo
que mejor saben hacer las actrices mexicanas: sobreactuación reloaded turbo entre gemidos y dolor. ¡Por
favor! Si entre todos le damos un Like vamos a conseguir que llegue al Top
10 de las mejores escenas sobreactuadas de todos los tiempos!
01:30 – ¡El caballo lobo! No
se confunda con caballo loco. Si yo sabía que Van Helsing se me hacía familiar de alguna parte…
01:35 – “¡No! No es verdad… ¡Miente! ¡Ella miente!”
Verónica Castro se estará revolcando porque no le dieron esas líneas. Palabras
por las que será recordada Lucía Méndez en toda su carrera.
01:40 – El momento más
icónico de la novela, los famosos ojos amarillos. Qué miedo me daban de chico.
Ahora me dan risa. ¡Son lo más y los encontrás en cualquier óptica de tres
pelos!
01:45 – Y con televisor
(¿o el horno?) explotando, inicia la canción en sí. Y te preguntarás “¿Recién
empieza?”. Sí, recién, después de tres años. Para que digan luego que Lady GaGa
inventó las intro en los clips
musicales…
01:51 – Las risas del alma
en pena. ¡No puedo con ellas! ¡A punto de hacerme un ringtone estoy!
01:53 – Ese giro de cabeza
dramático con ojos amarillos y boca abierta recién maquillada… ¿Me van a decir
que nadie hizo eso? Esta novela marcó a toda una generación de locazas. Pero le
perdonamos todo.
02:04 – Poseidísima ella
en medio del Twister pero así y todo empieza a cantar. Si eso no es ser profesional...
02:07 – Escenas de la
novela, para hacer entrar en la historia a quienes no la vieron…
02:35 – Lucía rompiendo
una pared de terciada, echando un campanario, explotando por segunda vez el
televisor o el horno y haciendo otras travesuras. ¡Pero si esta chica es
dinamita!
03:05 – Piedras rodando…
Jamás escuché que un poltergeist llegase
a tanto.
03:43 – Giro de cabeza al
ritmo de la música. ¿Ven por qué es un guilty
pleasure?
03:48 – Si hace rato se
ganó tres Golden Globes, ¡ahora se
lleva en seco el Óscar y sin
competidores! Algunas voces, eso sí, tímidas, se arriesgan a decir que es la
mejor escena de toda la telenovelografía mexicana. Y les doy cierta parte de la
razón. Esa escena de estar profundamente dormida y levantarse de tirón con ojos
y boca dramáticamente abiertos y mirando a la ventana no te la hace ni Meryl
Streep. ¡Grande Lucía! ¿O Diana?
03:51 – Tan fuerte fue la
escena anterior que hasta el florero se orinó encima…
03:57 – No hace falta
haber visto la historia para saber que esa escena no tiene nada que ver con la
novela. ¡Fail total!
04:05 – Televisores saliendo
de ultratumba. Por un momento me pareció que iba a salir un Transformer. ¡Ahora sí puedo decir que
ya lo he visto todo!
04:13 – La pieza del
Exorcista y ella tan pancha, acostada como si nada.
04:21 – Otra escena del Director’s Cut. ¡Y encima ni siquiera es
el galán de la novela original!
04:27 – Sí, ni el
Exorcista se salvó en este popurrí…
04:51 – Aunque parezca
mentira, ningún televisor u horno resulto herido en la grabación de este clip.
05:01
– Diana Salazar meets Superman. WTF?!
05:13 – Cuando escucho la expresión
“risa de perra loca” es esta la escena me viene a la mente.
05:28 – Como broche de
oro, Lucía haciendo la gran Terminator II,
o mejor dicho, Terminator II hizo la
gran Lucía Méndez… Y como siempre, las risas de fondo son lo más y acompañando
las risas que tuvimos durante todo el visionado del clip.
Ok, ok. Claro está que
Lucía Méndez no va a tener otra oportunidad como esta novela ni de que Juan
Gabriel va a componer otro guilty
pleasure como esta canción por lo que ambos (novela y canción, no Lucía y
Juan Gabriel) ya está automáticamente elevados al status de leyenda.
Y sí, porque sé que te
gustó y lo ansiás en tu ipod,
compartiremos el mp3 a todos los que
comenten… o quienes lo pidan. ¿Alguien se animará? Jajaja!
¡Buen inicio de semana!
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